Te contamos la fórmula para escribir emails que conectan y venden. Escribir un email efectivo no es cuestión de suerte, sino de estrategia. Ya sea que quieras conectar con tus suscriptores, aumentar tus ventas o simplemente hacer que tu mensaje sea leído, la clave está en
seguir una estructura clara y probada. Si quieres que tus mails se lean y conviertan, no te pierdas estos consejos.
- El Asunto: el asunto es la primera barrera a derribar, y créeme, tiene que ser tan irresistible como una novela de misterio bien escrita . Hazlo corto, claro y cargado de curiosidad. No reveles todo, pero deja la pista justa para que el lector necesite abrir tu email.
- Ejemplo:
- «Lo que nadie te cuenta sobre el éxito…»
- «¿Sabías que podrías estar cometiendo este error?»
- Ejemplo:
- Un saludo personal para conectar: este es el momento de crear un puente emocional . Usa el nombre del lector si puedes y sé cálido, cercano. No somos robots; queremos hablar con personas. Aquí, un toque de empatía puede hacer maravillas.
- Ejemplo:
- «Hola [Nombre], espero que estés teniendo un gran día. Hoy quiero compartir algo que te ayudará a…»
- Ejemplo:
- Con la apertura engancha desde el minuto cero: nada de rodeos. Los primeros párrafos deben captar la atención y dejar claro por qué tu correo electrónico merece ser leído. Cuéntales una historia, una anécdota o lanza una afirmación que sacuda su zona de confort. Aquí, el objetivo es que sigan leyendo.
- Ejemplo:
- «Hace unos años, cometí un error que casi me costó todo. Pero lo que aprendí cambió por completa mi forma de trabajar…»
- Ejemplo:
- Con el cuerpo aporta valor real: este es el corazón del correo electrónico. Aquí es donde les das algo que realmente les sirva. Responde una pregunta, resuelve un problema o comparte una enseñanza. Recuerda, cada palabra debe estar al servicio de tu lector, no de tu producto. El valor primero, la venta después.
- Ejemplo:
- «Muchos creen que para mejorar su productividad, deben trabajar más horas. Pero la realidad es que…»
- Ejemplo:
- La transición, básica para sembrar el deseo: después de aportar valor, viene la suave transición hacia lo que ofreces. Pero no lo hagas de forma abrupta; guíalos con sutileza. Si tu contenido les ha ayudado, estarán más receptivos a lo que les propones.
- Ejemplo:
- «Y esto es solo el comienzo. Si realmente quieres llevar tu productividad al siguiente nivel, déjame contarte sobre algo que he creado especialmente para ti…»
- Ejemplo:
- La llamada a la acción que sea clara y demuestre urgencia: aquí es donde pones todas las cartas sobre la mesa. Tu llamada a la acción (CTA) debe ser clara, directa y, si puedes, crea un sentido de urgencia o exclusividad. No hay muchas opciones; solo una dirección clara.
- Ejemplo:
- «Haz clic aquí para obtener acceso inmediato».
- «No esperes más, regístrate antes de que se acaben las plazas.»
- Ejemplo:
- El cierre con cercanía y gratitud: despídete como un amigo que realmente se preocupa por el bienestar del otro. Agradece su tiempo y refuerza la relación con una frase que invita a mantener el contacto.
- Ejemplo:
- «Gracias por leerme, [Nombre]. Espero de verdad que esta información te haya sido útil. Como siempre, estaré por aquí si necesitas algo.»
- Ejemplo:
Siguiendo esta estructura, tus correos electrónicos no solo serán abiertos, sino que crearás conexiones reales con tu audiencia. Al final, un buen email no es solo vender; es compartir, conectar y ayudar . Y cuando haces eso, la venta llega como consecuencia natural.
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